Antes todo iniciaba de esta forma: Suena el despertador. Apagas el despertador y te das la vuelta en la cama para dormir otros cinco minutos. Pero los cinco minutos ya han pasado.
Tu madre o tu padre te quitan las sábanas, gritando: ¡Deprisa o perderás el autobús!
Te levantas, te vistes con un ojo abierto y otro medio cerrado, desayunas dos galletas y un poco de leche, te lavas los dientes, coges la mochila, te despides de tus padres y te vas, el día al colegio ha comenzado.
Ahora: Suena el despertador. Lo apagas y te das la vuelta en la cama para dormir otros cinco minutos. Sin embargo, los cinco minutos ya han pasado.
Tu madre o tu padre te quitan las sábanas gritando: ¡Deprisa, tienes una clase de matemáticas en vídeo a las 8.30!
Te levantas, te quitas el pijama -sin embargo, solo para ponerte algo adecuado-, desayunas dos galletas y un poco de leche, te lavas los dientes, enciendes el PC y ya está, el día ha comenzado y empiezas a asistir a tus clases por Internet.
Si a principios de 2020 nos hubieran dicho que nuestros hijos tendrían que asistir a las clases por videollamada, preparar sus exámenes de octavo o de bachillerato por Internet e imprimir los deberes, probablemente nos habríamos reído a carcajadas y lo habríamos considerado imposible.
Pero ocurrió y tuvimos que equiparnos en consecuencia. Al principio, pensamos que era algo temporal, esperábamos que nuestros hijos volvieran al colegio después de un par de meses, pero no tuvimos que esperar hasta el nuevo año escolar.
Hacer la escuela desde casa no es lo mismo, por supuesto, pero hay algunos pasos sencillos e importantes que nos pueden ayudar para una educación eficaz en la red.
Escuela online: la importancia del mobiliario
Para poder estudiar bien y seguir las lecciones con total serenidad, hay que saber si el espacio en el que nos encontramos nos permite evitar las distracciones y mantener una alta concentración durante toda la videollamada con los profesores.
Hay una gran cantidad de investigaciones y consejos sobre el mobiliario perfecto para hacer de la habitación de un niño un espacio funcional para el estudio. Veámoslos juntos:
1. El escritorio
Sin un lugar donde colocar los cuadernos, los estuches de lápices, las libretas y las impresoras, es difícil ser productivo. Para mantener la concentración, lo mejor es colocarlo contra una pared y con una fuente de luz a la derecha o a la izquierda.
2. Iluminación
Poder estudiar con la luz natural de la ventana sería perfecto. Sin embargo, la ventana no debe estar delante del escritorio -porque distrae- ni detrás -para evitar reflejos en la pantalla del PC-. La solución, por tanto, es colocar la luz natural (o artificial) a la derecha o a la izquierda del escritorio.
3. El orden es crucial
Un escritorio desordenado no hace falta decirlo, puede hacer de todo menos garantizar la concentración. Por eso, junto a un buen escritorio, son imprescindibles las cajoneras o las estanterías de pared que puedan albergar libros o servir de soporte para impresoras y otros accesorios similares.
4. La silla
Tenemos la mesa adecuada, la iluminación adecuada y un buen orden, ¿qué falta? ¡La silla! Las mejores sillas que garantizan la máxima comodidad para una jornada de estudio son las de material hipoalergénico y transpirable, con altura regulable, con ruedas y con cómodos reposabrazos que ayudan a mantener una posición correcta durante muchas horas.
Ahora que se ha creado el espacio de estudio ideal, hay que pensar en cómo organizar las clases.
Aprendizaje a distancia
En poco tiempo y de un día para otro, alumnos y profesores han tenido que organizarse con videollamadas en WhatsApp, chats y videollamadas en plataformas de colaboración ad hoc.
Pero enseñar y aprender a través de un PC no es lo mismo que hacerlo en la escuela, no hay contacto humano, ni la practicidad de hacer pruebas y preguntas cara a cara, ni la posibilidad de concentrarse.
Sobre todo, es impensable que los niños pasen de 4 a 6 horas o más delante de una pantalla. ¿Cómo deben organizarse las clases?
La OMS, por ejemplo, ha indicado que los niños menores de cinco años no deberían pasar más de una hora frente a una pantalla, los niños de ocho a once años no deberían pasar más de dos horas frente a una pantalla, y los adolescentes de secundaria y los adultos deberían descansar los ojos cada 20 minutos.
No obstante, ¿cómo hacer que las clases y las tareas sean menos pesadas y más productivas? También en este caso la tecnología puede ayudar.
Tecnología para una escuela más inteligente
El uso de grandes plataformas de colaboración como Microsoft Teams, Zoom o Cisco Webex es definitivamente la forma más inmediata de implementar grandes estrategias de enseñanza y mantenerse en contacto con su clase.
Sin embargo, eso no es todo, excelentes ordenadores portátiles, impresoras wifi, impresoras Bluetooth e impresoras de última generación que permiten imprimir páginas y páginas de deberes ahorrando tinta, auriculares con cancelación de ruido pueden hacer que estudiar sea inteligente y funcional incluso desde casa.