¿Cómo prepararnos para estudiar de forma efectiva?

Si a la hora de ponerte con los libros nunca sabes muy bien por dónde empezar, hoy te voy a explicar cómo organizar tu jornada de estudio con 5 consejos.

Cuando hablo con estudiantes que están, por así decirlo, «desorganizados», a menudo me encuentro con que están bastante confundidos sobre el gran tema de la «organización».

No tienen hábitos fijos, intentan hacer un poco de esto y un poco de aquello. ¿También te ocurre esto?

Quizá tres días a la semana no te acerques al libro y durante los tres días siguientes no te levantes de la silla durante horas. No repasas las cosas mientras las estudias, sino que los tres días antes del examen te quedas despierto hasta el colapso extremo para repasar todo lo que se te ocurre.

Con semejante columpio, al final del día acabas con el cerebro frito, habiendo trabajado mucho y sin haber obtenido un buen resultado. En cambio, organizar la jornada de estudio de forma correcta es una gran habilidad.

Esta organización, si se hace bien, no sólo le llevará a estudiar potencialmente menos, y por tanto a hacer menos esfuerzo, sino también y sobre todo a obtener mejores resultados.

Para ayudarte hoy te voy a dar 5 consejos clave para que organices tu jornada de estudio de la mejor manera posible 

¿Cómo organizar tu jornada para estudiar?

Para empezar, recuerde que no todos los lugares son aptos para un estudio serio. Por ejemplo, no hay cama ni sofá: sé que son cómodos, pero son sinónimo de relax. Guarda tus momentos en el sofá blando para cuando necesites hacer descansos entre ciclos de estudio.

Cuando haya encontrado su superficie sólida favorita, organice su espacio de trabajo para tener todo lo que necesita al alcance de la mano, de modo que no tenga que distraerse cada 3 minutos para buscar algo que haya olvidado. Un poco menos a mano tendrá que estar tu teléfono móvil o tu tableta.

Si quieres estudiar en grupo está bien, de hecho el trabajo en equipo siempre es productivo, pero asegúrate de elegir compañeros de estudio que realmente quieran trabajar: ¡no pierdas el tiempo!

Última recomendación. ¡Concéntrate! Sea cual sea la estrategia de estudio que quieras poner en práctica, si te distraes constantemente y no puedes concentrarte en lo que tienes que estudiar, todo será inútil, así que primero intenta encontrar tu concentración y luego ponte a trabajar.

Los 5 pilares clave para organizarte al momento de estudiar

Aquí tienes mis 5 consejos clave para organizar tu jornada de estudio.

1. Cuánto hay que estudiar

En mi opinión, el mínimo es de 2 horas al día y el máximo de 8 horas al día. Recomiendo el mínimo para las personas que estudian y trabajan al mismo tiempo.

Si asistes a clases a tiempo parcial y trabajas al mismo tiempo, poder sacar 2 horas de estudio al día ya sería un resultado excelente. No tiene sentido que te exijas más a ti mismo, ya que solo conseguirás cansarte.

Sin embargo, para los estudiantes a tiempo completo, los experimentados, recomiendo estudiar de 6 a 8 horas al día, cuando evidentemente no hay clases en la facultad.

El tiempo que dedicas a seguir las clases y a tomar apuntes, si te has aplicado correctamente, es en realidad tiempo de estudio productivo. Así que esos días, al llegar a casa, basta con repasar los temas que has tratado en clase para que se te queden bien grabados en el cerebro.

2. Cuántas asignaturas hay que estudiar

Se ha demostrado científicamente que preparar varios exámenes a la vez entrena la neuroplasticidad de tu mente. En resumen, estudiar varias asignaturas al mismo tiempo permite entrenar el cerebro para aprender y memorizar mejor y con más facilidad.

Así que mi consejo es que prepares más de un examen a la vez, pero no te excedas. Estudiar dos o tres asignaturas como máximo. Elige un examen que sea un poco más complejo y pon uno o dos exámenes más fáciles al lado.

Sin embargo, no estudie todos los temas que está preparando cada día. En cambio, dedica unas horas al día a preparar el examen más complejo. Las otras dos asignaturas más fáciles deben estudiarse cada dos días, para no crear demasiada confusión.

3. Estudio por ciclos

Repitamos juntos: «Los maratones de estudio no sirven para nada». Ya hemos hablado de ello, aunque falten pocos días para el examen y estés muy atrasado, estudiar sin parar no te servirá de nada. Quizá puedas terminar el temario, pero recordarás muy poco y sobre todo, estarás físicamente destrozado.

Así que hazme caso y estudia siempre por ciclos.

Mantente concentrado en el estudio durante 30 o 40 minutos, haz una pausa de unos buenos 10 minutos en la que descanses y te relajes (ya puedes irte al sofá) y luego dedica 10 minutos a repasar lo que has estudiado antes de la pausa.

4. Comenzar el día con la revisión

Muchos estudiantes tienen la costumbre de repasar como lo último que hacen antes de acostarse, pero ya hemos hablado de que estudiar antes de dormir es contraproducente. Por el contrario, lo ideal es empezar cada nuevo día de estudio repasando lo visto el día anterior.

Repasar cosas que ya has estudiado es más fácil porque están frescas en tu memoria. Así que empezar con la sensación positiva de haber hecho un buen trabajo puede darte un empujón de motivación para afrontar las siguientes horas de estudio.

Repasa según los ciclos de repaso: lo estudiado el día anterior, lo estudiado una semana antes y lo estudiado un mes antes. Ten en cuenta que si utilizas el método adecuado, esta revisión te llevará como mucho una hora, así que no te pases.

5. Dedicar un tiempo al día para desconectar

Por último, pero no menos importante, tómate tiempo para descansar y relajarte.

Todos somos humanos, chicos.

Podemos poner en práctica hasta el método de estudio más excepcional de la historia, pero si no nos tomamos un tiempo, cualquier método perderá su eficacia. Tienes que tomarte al menos una hora para ti cada día, como mínimo. Si no lo haces, el estudio empezará a asfixiarte y permanecer en los libros en este estado será inútil.

Así que sal, diviértete, haz deporte, lee un libro, ve al cine, cualquier cosa con tal de que te relaje y te recargue las pilas para el día siguiente.

Porque estudiar es necesario, pero los descansos son importantes.

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