Cada día se acerca más el momento de tomar una decisión respecto a la universidad. Si has decidido continuar con tus estudios, pero todavía estás algo confundido y no sabes a qué facultad empezar a asistir, sin duda, hay mucha información que consultar, sobre todo si no tienes las ideas claras sobre tu futuro o tus pasiones particulares.
Entre estos criterios, también puedes considerar qué carreras son más fáciles de cursar y qué carreras son muy difíciles. Este sin lugar a dudas no es el mejor criterio para elegir una universidad, pero si tu objetivo es terminar la carrera rápidamente, obtener un certificado y encontrar un trabajo de forma inmediata, puede ser útil saber qué facultades de la universidad son las más fáciles.
¿Cuáles son las carreras universitarias fáciles?
Desde hace algún tiempo, circula por Internet una clasificación que divide las facultades según su grado de dificultad, lo que revela una distinción común según la cual las carreras científicas son más difíciles que las humanísticas, mientras que las materias sociológicas, económicas y lingüísticas se sitúan en el medio. En concreto, esta serían las carreras universitarias más fáciles:
- Filosofía;
- Psicología;
- Ciencias de la Educación;
- Ciencias de la Comunicación;
- Patrimonio cultural;
- Ciencias medioambientales;
- Humanidades;
- Ciencias de la alimentación;
- Biotecnología;
- Diseño.
Estas son las que circulan como carreras difíciles así que si deseas graduarte rápido no es recomendable ninguna de las que te menciono ahora.
- Arquitectura;
- Economía;
- Idiomas;
- Matemáticas;
- Física;
- Sociología;
- Farmacia;
- Agricultura;
- Química:
- Medicina;
- Leyes;
- Veterinaria;
- Ingeniería.
Según un estudio la distinción se haría en función del número de alumnos con notas bajas, las facultades más difíciles tendrían un mayor índice de alumnos con notas menos satisfactorias, ya que sería más difícil aprobar los exámenes.
¿Cómo reconocer la dificultad de una carrera universitaria?
Como ya lo mencionamos estudios de la Universidad británica de Durham, los principales factores que determinan la dificultad de un curso universitario son:
- Porcentaje de calificaciones bajas;
- Porcentaje de aprobados en los exámenes;
- Promedio de calificaciones;
- Porcentaje de estudiantes no escolarizados.
Lo mismo se observa en las distintas universidades, ya que las facultades universitarias más difíciles tienen tasas de graduación del 60% a más del 80%. Incluso en las titulaciones más demandadas.
Sin embargo, en la fase de elección, la dificultad real de la facultad deseada viene definida por factores subjetivos como:
- Objetivos personales/profesionales;
- Propensión al estudio y a la obtención de resultados;
- Referencias culturales o huella paterna;
- Disponibilidad económica.
La última incógnita es el rendimiento, que puede ser completamente diferente entre la escuela y la universidad, al igual que son diferentes las condiciones de estudio, asistencia y reparto entre ambos entornos.
¿Las carreras universitarias más difíciles de estudiar?
Entre las disciplinas académicas más difíciles, suelen destacar las facultades de ciencias. Son aplicables a muchos aspectos técnicos de la vida cotidiana y tienen una base concreta, empírica, lógico-matemática y racional (se utiliza el método científico). A diferencia de los estudios científicos, los estudios humanísticos se basan principalmente en herramientas analíticas y críticas.
Las facultades de ciencias reconocidas como más difíciles son:
- Ingeniería aeroespacial;
- Ingeniería física;
- Ingeniería química;
- Ingeniería electrónica;
- Ciencias farmacéuticas;
- Medicina veterinaria;
- Física;
- Matemáticas;
- Leyes.
Al final de uno de estos cursos, los estudiantes pueden decidir si continúan con un grado de especialización de dos años, que, dependiendo de la facultad elegida, puede ofrecer más oportunidades profesionales.
¿Por qué las carreras universitarias en humanidades son más fáciles?
Las humanidades no solo son las más sencillas de las facultades universitarias, ya que no contienen conceptos científicos, matemáticos o lógicos, sino que también han estado siempre asociadas al estereotipo del alto desempleo, ya que se consideran, en general y erróneamente, menos productivas que las disciplinas técnicas y científicas.
Sin embargo, en los últimos años y con la evolución de los escenarios laborales, estas facultades han conseguido aportar valores y competencias básicas. Según estudios de la Universidad de Harvard (EE. UU.), son capaces de enseñar habilidades blandas que están al alcance de todos, por ejemplo
- Capacidades de escritura;
- Resolución de problemas;
- Organización y planificación;
- Gestión del tiempo;
- Gestión del estrés;
- Trabajo en equipo;
- Inteligencia emocional;
- Pensamiento innovador.
La capacidad de aprender rápidamente, la flexibilidad y la versatilidad se valoran especialmente en ámbitos como la tecnología, la tecnología digital y los recursos humanos. Por este motivo, el compromiso psicosocial tiene prioridad sobre el compromiso técnico.
Según el informe de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias de 2019, los títulos de humanidades garantizan niveles de empleo e ingresos comparables a los de otros títulos académicos.
Carreras universitarias fáciles online
En los últimos años han surgido varias universidades en América Latina, generalmente instituciones privadas, pero reconocidas por los distintos organismos reguladores de cada país que ofrecen titulaciones en línea y son capaces de ofrecer formación a distancia a través de su recurso docente y sus propias plataformas de aprendizaje en línea.
La enseñanza en línea puede calificarse como una de las facultades universitarias más fáciles de usar por la simplicidad de los contenidos, gracias a la ayuda de profesores y materiales didácticos de probada eficacia, que en muchos casos ya están racionalizados, y por la comodidad resultante: no es necesario acudir a la universidad salvo para los exámenes y la discusión de la tesis, y el tiempo restante puede invertirse en otras necesidades.
Ante la aparición del coronavirus, las principales universidades públicas de América Latina están reorganizando sus actividades de forma similar a la universidad telemática, al igual que en el mundo laboral, gracias al «trabajo inteligente», el escenario universitario tiende a un cambio drástico y a la digitalización.